Se suceden los días receptivos en Osa, más aptos para percibir, sentir y leer que para analizar, pensar y escribir.
Todo esto siempre va de la mano en procesos dialécticos y continuos: percibir-inferir, sentir-pensar, leer-escribir. Es apenas un asunto de énfasis: vivo días más contemplativos que creativos.
Días de libertad, paz y quietud.
Comparto entonces las vistas que me refrescan y renuevan mientras leo, percibo, siento y continúo leyendo cada mañana, cada tarde.

