Hemos regresado al Sur, a explorar las playas de la Península de Osa que baña el Golfo Dulce. Hace pocos días llegamos hasta Playa Pan Dulce, cerca del Cabo Matapalo, en el extremo sureste de la península.

El día soleado y cerúleo nos permitió ver el encuentro del golfo con el Océano Pacífico, el sector de Playa Pavones en la costa de Golfito y, en la distancia, Punta Burica, el extremo sureste del territorio costarricense, limítrofe con Panamá.

Era la primera vez que veía la larga lengua de tierra de Punta Burica. Soñamos con llegar hasta allí algún día. Es una región de difícil acceso donde, por dicha, el pueblo ngöbe tiene aún el territorio de Conteburica.

Por el momento, nos mantenemos enfocados en conocer esta región de la península.

En Pan Dulce, escogimos disfrutar. Natura Naturans nos regaló la presencia de un colibrí esmeralda jardinero (Chlorostilbon assimilis) alimentando a sus dos pichones en el nido engarzado en la rama de un almendro, el patrullaje a lo largo de la playa de dos caracaras cabecigualdos (Milvago chimachima), los vuelos pesqueros de varios pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis) y las texturas de mar, tierra y cielo en un día bendito.
