Hoy Centroamérica cumple doscientos años de vida independiente y republicana. Yo en realidad ya no simpatizo con naciones ni estados, pero sí con territorios y pueblos.
Que el bicentenario sea ocasión para renovar nuestro cuidado hacia estos territorios, mares y pueblos: originarios, mestizos, afrodescendientes, asiáticos y más, gente diversa que convive en este istmo hermoso, a veces sufrido, otras dichoso.
Para celebrar este día, comparto un corazón verde esperanza (roca de la cuenca del río Grande de Orosi observada en el Parque Nacional Tapantí) y dos alas moradas (concha hallada en la playa en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Playa Hermosa – Punta Mala).
Que corazón y alas nos sirvan para amar y volar.
