Amado Amigo:
Recibí en mi buzón el sobre que me enviaste por correo, con estampillas selladas en Tennessee. ¡Me alegré! Te escribí una carta durante el verano y pensé que era tu respuesta.
Dentro del sobre encontré la impresión gráfica de una antigua imagen de Roma: Piazza di Spagna e Trinità dei Monti. Recordé la vez que nos encontramos en las escalinatas que suben de la plaza empedrada, con la fuente en forma de barca en medio, al obelisco y la iglesia de doble campanario en la cima de la colina. Sentados en las escalinatas, observando gente, conversamos al caer la tarde. Luego caminamos por horas por las entreveradas calles de la Ciudad Eterna, deteniéndonos en librerías, cafés y plazas iluminadas por faroles. Así iniciamos nuestra larga amistad. Recibí la imagen romana que me enviaste como un presente.
Después leí tu carta. Mi corazón se quebrantó. Mi gargantá se cerró. Me brotaron lágrimas desde una profunda fuente de amor fraternal. ¿Era tu despedida? ¿Cuál dolor del corazón te llevó a aliviarlo como se lo alivió Hanna al Paciente Inglés en una villa toscana?
¿Dónde estás ahora? ¿Caminás por las calles empedradas de Roma, deteniéndote en plazas iluminadas por antiguos faroles? ¿Descansás sentado en las escalinatas de Piazza di Spagna? ¿Subís a mirar escenas romanas desde el atrio de la iglesia Trinità dei Monti? ¿Regresás en tren nocturno a la bellísima Florencia, ciudad donde floreció nuestra amistad brotada en Roma?
No lo sé. Sólo puedo ofrecerte en mi corazón los versos del salmista David: “Aunque andés en valle de sombra de muerte, no temerás mal alguno, porque el Amor estará contigo”.
Puedo invocarte en mi espíritu para que escuchés conmigo, en las largas y oscuras madrugadas sin sueño, el canto del almuecín: Allahu Akbar.
E invitarte con esta carta a que caminemos juntos por las calles de Roma una vez más, pero no en la noche oscura, sino durante un día soleado de cielo azzurro, pleno de luz.
Sé poco de la Vida, como vos, como todos. Pero sé que el Amor, en todas sus formas, persevera y prevalece.
Con amor fraternal,
Tu Amigo.
(Foto:J. Slovácek)