La ciudad de Guanajuato se considera la Capital Cervantina de América por toda la actividad cultural, artística y académica que generan el Festival Internacional Cervantino, los Entremeses Cervantinos y actividades afines.
Durante mis caminatas por los callejones y recovecos de la ciudad, me dediqué a admirar esculturas del Caballero de la Triste Figura. La primera que me encontré fue el que da la bienvenida al Museo Iconográfico del Quijote.

El museo en sí me decepcionó. Había pocas salas abiertas y las obras eran de calidad muy díspar, de lo excelente a lo vergonzosamente pésimo. Me parece un museo muy mal curado. Pero algunas obras me atrajeron.

Ya afuera del museo, cerca del Quijote saludé a Miguel de Cervantes Saavedra, autor magno de la lengua que heredamos la mayoría de latinoamericanos.

Y ambulando por aquí y por allá, me encontré con otros Quijotes. A todos les saludé con cariño entrañable. Admiro el espíritu quijotesco para emprender cabalgatas aventureras o, en mi caso, caminatas peripatéticas.
